sábado, 10 de enero de 2015

Plácido RUIZ (1907 – 1938) Argentina

PLÁCIDO RUIZ – LA AVENTURA MÁS GRANDE



160214

amigos,

   la tragedia de los 400 Kilómetros de Tres Arroyos 1938 dio mucho que hablar. Murieron dos pilotos, un copiloto y un espectador. Plácido Ruiz era uno de los pilotos.

hastaluego


Plácido  RUIZ   (1907 – 1938)    Argentina           60597 actualizado 100115


“Aquella había sido la clase de vida
de la juventud de Johnnie Pascoe;
la aventura más grande y más estimulante
que haya habido en el mundo
y que conducía a una muerte
voluntariamente aceptada.”

Nevil Shute (1899-1960):
“The Rainbow and the Rose” (1958)

[traducción del inglés por Mariano Orta Manzano]


   Piloto automovilista conocido en su tiempo en Argentina, dentro de la esfera de pilotos y aficionados, aunque no tuvo tiempo de llegar al nivel de los más famosos. Murió en accidente el domingo 13 de Noviembre de 1938, disputando la carrera 400 Kilómetros ó 250 Millas de Tres Arroyos (Buenos Aires). Según el relato de Juan-Manuel Fangio, que tomaba parte en la prueba, el Fiat de Humberto Soggetti había chocado por alcance contra el Chrysler Insignia de Oro de Hugo Abramor, que circulaba averiado a marcha lenta, siendo, a su vez, topado por el Ford de José Canziani, dado que la visibilidad era mínima por culpa de las polvaredas que se levantaban al paso de los autos.

   Advertido por las confusas señales del público, Ruiz aminoró a tiempo, acercándose a la alambrada, pero entonces su REO fue golpeado en el costado trasero por el Mercedes-Benz de Martín/Zastuzek, que intentaba adelantarle, y, mientras el puente diferencial saltaba por los aires, se reventaba el depósito de combustible, con lo que el incendio resultó ineluctable. Prácticamente ileso, aunque con el mono en llamas, Plácido Ruiz quiso escapar del fuego, pero quedó atrapado en el vallado con alambre de espino que la organización había colocado para evitar la invasión de la pista por los aficionados. Ayudado por un heroico espectador, intentó desprenderse del traje, pero ambos, piloto y espectador (un residente en Punta Alta: su nombre, a recordar, era Carlos-Ramón Tripaldi), resultaron con quemaduras tan graves que murieron al cabo de unas horas en un sanatorio de la ciudad, al igual que habían fallecido Miguel Zatuszek y Fermín Martín. Una tragedia.



Los restos del auto de Plácido RUIZ en Tres Arroyos 1938, con la popa desfondada y pasto de las llamas.
El heroico espectador que perdió su vida por salvar la de RUIZ era Carlos-Ramón Tripaldi. Su hermano Julio Tripaldi, presente en el suceso, también resultó severamente quemado al intentar auxiliar a Plácido y a Carlos-Ramón
(archivos Alfredo Parga, vía G. A. Engels, y Bocha Balboni)

   El novato Fangio disputaba, con Gilberto Viangulli como acompañante, su segunda prueba sobre el Ford V8 baquet de categoría Mecánica Nacional (bastidor de 1934 y motor de 1938, un V8 de 4,0 l y 80 HP a 3.600 R/mn). Y lo hacía tapado bajo el seudónimo de "Rivadavia", puesto que su madre, doña Herminia, era natural de aquella localidad de Tres Arroyos, y Juan-Manuel no quería que sufriera por su afición.


Juan-Manuel Fangio  Rivadavia  y Gilberto  Pichón  Viangulli a su llegada a Tres Arroyos con el Ford V8 baquet de Mecánica Nacional; y luego, dispuestos a la partida. Era la segunda carrera de Fangio como piloto, pero resultó una amarga experiencia
(archivo http://www.jmfangio.org/c193805tresarroyos.htm y Bonvivant en su obra “Fuerza Libre 1919-1942”)

   "El Chueco", clasificado 8º en la prueba, que se suspendió al cabo de 4 vueltas ~ 34 kilómetros, visitó a los heridos (recuerda sus rostros deformados por muecas de indescriptible sufrimiento, mientras los médicos les aplicaban inútiles inyecciones de morfina) y asistió luego al sepelio. Era la primera vez que veía a la muerte ocupar en la pista el box que tiene reservado en permanencia, pero, dice, no le impresionó, porque el siniestro le había parecido inevitable dadas las condiciones en que se corría la prueba, en la que las nubes de tierra y polvo que levantaban los autos impedían toda visibilidad.

Plácido RUIZ perdió la vida al verse involucrado en un accidente en el que no tuvo culpa alguna pero que resultó agravado por una serie de circunstancias adversas. Tras salir casi indemne del violento golpe, se vio atrapado en el vallado de alambre, siendo envuelto por las llamas de su propio auto sin poderse librar de la ropa. En cambio, su acompañante –cuyo nombre no se menciona en las crónicas– debió escapar con heridas menores
(archivo Bocha Balboni)

   Plácido Ruiz había nacido el 11 de Abril de 1907 en el barrio La Orilla de la ciudad Esperanza (provincia de Santa Fe), siendo el tercero de doce hermanos. Para seguir con más precisión la ejecutoria de sus primeros años, así como detalles de su carácter, proponemos leer la biografía que le dedicó Bocha Balboni (de la que hemos tomado muchos datos), publicada en esta dirección: http://www.edicionuno.com.ar/noticias.php?idnota=8500.

   El caso es que Plácido Ruiz contrajo desde muy joven la pasión por el automovilismo, algo habitual en los que luego llegan a ser grandes volantistas, y también en los que resultan víctimas prematuras de esa pasión. Cuando reside en la capital de la provincia, la ciudad Santa Fe de la Vera Cruz, Plácido alterna en círculos de aficionados, mecánicos y pilotos, llegando a enhebrar gran amistad con el piloto Domingo Ochoteco. Pero hasta 1932 no participa en una competencia. Fue en Cabaña Leiva, durante una prueba del kilómetro lanzado en la que nuestro hombre se clasificó 4º.

   En 1934 dispone de un DeSoto con el que se presenta en dos pruebas de la provincia de Entre Ríos: en General Galarza y en Crespo, aunque sin resultados. El año siguiente lleva un Ford 4 cilindros a Coronda (Santa Fe) donde consigue su primera victoria, continuando una actividad restringida con el Ford y Elsidio Marsilla como acompañante.

Plácido RUIZ, piloto vocacional
(archivo Bocha Baloni)

   En 1937 consigue de Domingo Ochoteco el Ford V8 que éste se había preparado dos años antes a base de modificar un chasis de Ford Model A, instalándole el motor, la transmisión y el puente trasero de un Ford V8; al motor le había aumentado la relación de compresión, colocándole múltiples de admisión y escape de mayor calibre así como dos carburadores dobles Ford, con lo que podía girar hasta 4.200 R/mn; los frenos eran originales de Ford pero con mando hidráulico de DeSoto, y el peso total del auto se encontraba alrededor de los 900 Kg, alcanzando 172 Km/h; y cuando le cambió los carburadores por dos Zenith, además de rebajar y estrechar la carrocería biplaza, llegó hasta 178 Km/h. Era un buen auto para iniciarse en Fuerza Libre, así que, mientras Ochoteco se hacía con un auto mejor, el Ford V8 artesanal pasó a manos de Plácido Ruiz.

El Ford V8 de Domingo Ochoteco, que Plácido RUIZ heredará muy pronto. Aquí está en Mar del Plata 1937, donde Ochoteco se clasificó 9º en la carrera de 80 Km que ganó Carlos Arzani con su Alfa Romeo 8c 2,9 l
(archivo Bonvivant en su obra “Fuerza Libre 1919-1942”)

   A partir de mediados de 1937 proseguirá Ruiz su carrera de piloto con participaciones en casi todas las competiciones de Fuerza Libre, una actividad más intensa que hasta entonces, sin duda motivado por su nueva montura. Así, el 22 de Agosto se le verá en el Circuito Parque Independencia de Rosario (Santa Fe), y el siguiente 12 de Septiembre, en las 500 Millas Internacionales Argentinas de Rafaela (Santa Fe), donde coloca 5º scratch el Ford V8, siendo además 1º de clase. El 3 de Octubre será 9º en el Circuito de San Isidro (Buenos Aires), y una semana después termina 3º una manga previa del Gran Premio Ciudad de Casilda (Santa Fe) y es 5º en la manga final a 15 vueltas (152 Km), que ha ganado Ernesto-Hilario Blanco con uno de sus REO, seguido de Ochoteco (con otro REO 8 cilindros), Eluterio Donzino (Hudson) y Osvaldo Parmigiani (Ford V8). En Tres Arroyos, el 7 de Noviembre, se clasifica 6º en la carrera de 400 kilómetros, ganada por Brosutti (Mercedes-Benz SSK), seguido de Ochoteco (REO), Cestac (Ford V8), Valerga (Ford V8) y Santamarina (Hispano-Suiza).

   Plácido Ruiz ya puede congratularse por sus resultados, pero los ambiciona mejores, y consigue que Ochoteco le ceda el REO Royale que éste había estrenado en Mayo de 1937 y con el que había sido 2º en Casilda y en Tres Arroyos. Domingo también irá mejorando de monturas a su vez (tras otro Ford V8 se hará con un Alfa Romeo 8c 35 con el que entrará 2º en Rosario y 1º en Casilda 1938), pero Plácido se hallaba satisfecho con su nueva adquisición, que juzgaba más competitiva que el Ford.

Plácido RUIZ ya se clasifica a menudo entre los diez primeros, y entre los cinco algunas veces. Pero aspira a más
(archivo Bocha Baloni)

   El REO Royale era un 8 en línea de casi 6,0 litros, que Ochoteco había preparado con la colaboración del ingeniero Antonio Maldonado, alimentándolo con cuatro Winfield. Ruiz lo estrena el 19 de Diciembre de 1937 en el Circuito Parque Urquiza de Paraná (Entre Ríos), donde no termina entre los diez primeros. El 27 de Marzo del año siguiente se clasificará 5º en el Circuito de Necochea 1938; por delante de él han quedado Carlos Arzani (Alfa Romeo 8c 35), Fermín Martin (Mercedes-Benz SSK), Ernesto-H. Blanco (REO Grey Rock) y Hugo Abramor (Chrysler Insignia de Oro).






La REO era la marca creada por Ransom Eli Olds en 1904, cuando abandonó la Oldsmobile. Aunque ya fabricaba un Flying Cloud 8 cilindros como ejemplar de representación, en Octubre de 1930 la REO sacó a la luz un refinado modelo de lujo, el REO Royale Eight N35 Custom, con batalla de 135 “ (~ 343 cm) y motor ocho en línea de 357,8 ci (~ 5.863 cm3). El diseño se debía a Amos E. Northup (1889-1937), autor del Hupmobile Century Eight de 1928 o del Graham Blue Streak 1932, aunque también el estilista Alexis de Sakhnoffsky intervino en el dibujo de las carrocerías. A pesar de tanto lujo, el auto costaba únicamente 2.845 $, una ganga.
Su ocho en línea de 125 HP a 3.300 R/mn fue inmediatamente utilizado para competición. En las 500 Millas de Indianápolis 1931, Cliff Bergere llevaba un REO patrocinado por Elco e inscrito con el dorsal nº 28. Salió desde la plaza 14ª de la parrilla y se clasificó 9º, completando las 200 vueltas en competencia con los demás Miller, Duesenberg, Studebaker, Hudson, Chrysler, Buick y Ford.
En las últimas fotos, el elegante REO Custom Royale Eight Victoria Coupé 1931, que logró premios en los Concours d’Élégance de Roma y Zagreb 1931,
y un plateado Royale Coupé Convertible 1931 de carrocería Murray
(archivo Tad Burness, RK Motors Charlotte en http://www.youtube.com/watch?v=905sEK8Xcvw,
archivo http://www.adclassix.com/ads2/31reoroyale.htm,
foto de Bud Juneau/Image Port, en la obra de Nick Georgano,
y en http://www.coachbuild.com/gallery/main.php?g2_itemId=51364)

Este es el racer REO Royale que prepararon Ochoteco y Maldonado: biplaza, color azul pálido, batalla de 254 cm, 4 carburadores Winfield. Las ruedas son las originales del REO Royale 1931. Ochoteco lo utilizó durante 1937, pasándoselo a Plácido RUIZ, quien lo estrenó en la última carrera de aquella temporada, el Circuito Parque Urquiza del 19 de Diciembre
(archivo Bonvivant en su obra “Fuerza Libre 1919-1942”)

   El 15 de Mayo de 1938 disputará Ruiz el II Campeonato Cordobés de Velocidad en San Francisco (Córdoba), en el que entra 4º, tras los Alfa Romeo de Ricardo Nasi y Ochoteco y el SSK de Luis Brosutti. Es su mejor resultado hasta ahora en Fuerza Libre, pero todavía no ha pisado un podio y aún está lejos de la victoria. No le quedan, sin embargo, demasiadas ocasiones: en las 500 Millas Internacionales Argentinas del 10 de Septiembre se ve forzado al abandono, lo mismo que en los siguientes II 500 Kilómetros de Olavarría del 25 de Septiembre.

   El 2 de Octubre se disputa el II Gran Premio Ciudad de Casilda, que gana Ochoteco (Alfa Romeo), seguido de Brosutti (Mercedes-Benz), Parmigiani (Hudson), Nasi (Hudson) y Rodolfo Martini (Ford V8). Nuestro hombre es el siguiente clasificado, en la 6ª plaza. Y ya no habrá más oportunidades, porque la próxima carrera, el 13 de Noviembre, será la fatídica de los 400 Km de Tres Arroyos, cuyo trágico final, con sólo 34 kilómetros recorridos, ya conocemos. Domingo Ochoteco fue declarado vencedor de la prueba, seguido de Olivari, Brosutti, Aráuz, Blanco, Reibaldi, Donzino y Fangio


Plácido RUIZ (1907–1938)


Fangio/Giambertone: pg. 26
Enciclopedia Salvat del Automóvil: tomo 5, pg. 273
Corsa: 10 de Noviembre de 1976, pg. 44
Sports Car International: Diciembre de 1991 (Tim Considine), pg.71
Alfredo Parga: "Más de 100 Años de Automovilismo Argentino. Historia de una Pasión", 1992, pg. 445-448
Alfredo Parga: "Historia Deportiva del Automovilismo Argentino", 1994, pg. 271-272
Roberto Carozzo: "Fangio. Cuando el hombre es más que el mito", pg. 42-43
www.intervoz.com.ar/2001/0417/suplementos/ automotores/nota26874_1.htm
Gabriel A. Engels (170602, 110703)
Juan Paredes (180602)
Bocha Balboni: “Plácido Ruiz” (http://www.edicionuno.com.ar/noticias.php?idnota=8500)
Bocha Balboni: “Tres Arroyos, la Carrera Trágica” (http://www.automovilsport.com/historia/tres_arroyos/nota.html)
Guillermo Sánchez "Bonvivant": “Fuerza Libre 1919-1942”, pg. 27, 208, 245
Bocha Balboni (5, 6, 7 y 150214)
http://www.jmfangio.org/c193805tresarroyos.htm


No Mirando a Nuestro Daño
(Todos los Pilotos Muertos)

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